Desde muy pequeña, descubrí un mundo mágico entre estambres, lápices de colores y trocitos de tela. A los 4 años ya sabía tejer y pronto empecé a coser a mano los vestidos de mis Barbies, usando servilletas y retazos como si fueran seda y tul.

Encontré mi verdadera pasión en la alta costura. Estudié diseño y, al mismo tiempo, trabajé intensamente y con gran pasión en un atelier. A los 21 años, decidí abrir mi propio taller, confiando en mi visión, mis manos y mis sueños.

Aquí, encontrarás el vestido ideal para ese evento especial. Tus ideas únicas se transforman en diseños que confeccionamos con los materiales y acabados de la más alta calidad, con la ayuda de mi equipo de modistas especializadas.

Ofrecemos vestidos de novia, para damas y todo el cortejo nupcial, así como vestidos de fiesta y graduación.